El cartel, como recurso comunicativo visual, condensa mensaje, estética y función. Su impacto radica en la capacidad de atraer, informar, provocar o sensibilizar al espectador mediante una imagen fija. Los elementos del lenguaje visual son fundamentales para construir cualquier composición gráfica eficaz. El punto, como unidad mínima visual, puede ser real (visible) o imaginario (percibido por tensión o foco) y define dirección, detención o anclaje dentro del campo visual. La línea, es una sucesión de puntos, y también puede ser real (trazo visible) o imaginaria (dirección sugerida), pero siempre organiza el espacio y dirige la mirada. Por su parte, la forma surge del contorno cerrado. Puede ser regular (geométrica, predecible) o irregular (orgánica, dinámica), y define figuras dentro de la composición. El tono alude a los valores de luz u oscuridad, y genera profundidad, volumen o contraste, incluso cuando no hay volumen real. Y, por último, la textura, que puede ser táctil o visual. En el cartelismo, suele usarse como recurso gráfico para enriquecer la superficie y sugerir materialidad.
Este lenguaje visual, junto a los principios de composición (ritmo, equilibrio, proporción, jerarquía), permite construir piezas gráficas como el cartel que se analiza a continuación, cuyo mensaje gira en torno a la imaginación y su potencial transformador desde una mirada ambiental.
Mensaje
La idea rectora del cartel es transmitir cómo la imaginación puede convertir elementos simples o descartados, como una hoja caída, en semillas de cambio. La frase central “El que tiene imaginación convierte una hoja caída en la esperanza de un mundo”, de tono poético y ecológico, pone en valor la creatividad humana como herramienta para imaginar futuros mejores. Se usó una composición tipográfica con colores asociados a lo natural que refuerzan el sentido ambiental del mensaje. El rosa se asocia con la vitalidad; el verde, con la naturaleza; y el crema, con el cuidado y la preservación. La composición no solo busca ser atractiva, sino también generar reflexión y conciencia sobre nuestro vínculo con la naturaleza.

Justificación
Elementos del lenguaje visual
El punto está presente como elemento real en la letra “i” de la palabra “imaginación”, pero también funciona de manera imaginaria en los anclajes visuales que crean tensión y dirección dentro del cartel. El contraste entre zonas densas de texto y espacios vacíos actúa como una red de puntos que guían el recorrido visual.
Las líneas son mayoritariamente imaginarias y están definidas por el flujo de lectura vertical y diagonal que proponen las palabras. Algunas letras alargadas, como la “N”, marcan un ritmo visual ascendente o descendente, evocando incluso formas orgánicas que conectan con el concepto ecológico.
Las formas tipográficas utilizadas son en su mayoría regulares, pero al romper la grilla tradicional y superponerse, generan nuevas formas irregulares que aportan dinamismo y un efecto visual caótico pero controlado. Esto remite a la complejidad del equilibrio natural: aparentemente desordenado, pero con un orden interno. Aunque se utilizan colores planos, se perciben contrastes tonales que permiten jerarquizar la información. La paleta fue adaptada al enfoque ambiental, como se explicóanteriormente.
La textura es completamente visual. Surge del uso reiterado de letras de distintos tamaños y del juego entre tipografía y fondo. Algunas palabras parecen emerger o hundirse, simulando visualmente el crecimiento o degradación, una metáfora visual del ecosistema y su fragilidad. Adicional, se aprecia una textura como de papel desgastado en toda la composición, que conecta fácilmente con ese lado ambiental y ecológico que se pretende.
Crea tu propia página web con Webador